La tradicional caleta de Coquimbo pasó a ser administrada por las y los pescadores artesanales

  • El nuevo Plan de Administración de la Caleta, creado en el contexto de la Ley de Caletas que impulsa el Ejecutivo, permitirá que las vocaciones pesquera, gastronómica, turística, entre otras, convivan de manera armónica y aporten a potenciar el desarrollo de una unidad productiva con más de 100 años de historia y tradición.

Un importante hito en la implementación de la Ley de Caletas se realizó este jueves, con la ceremonia en la que el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y un grupo de organizaciones de pescadores artesanales de la Caleta de Coquimbo firmaron el convenio de uso que entrega la asignación de destinación marítima de este tradicional recinto de la región a las agrupaciones.

Con una historia de más de cien años, la Caleta de Coquimbo tiene el mayor número de personas inscritas en el Registro Pesquero Artesanal (RPA) de la región, con 1.225 pescadores y pescadoras. Su rica historia está escrita por el trabajo de varias generaciones de hombres y mujeres de mar. Además, es uno de los principales atractivos turísticos del puerto, particularmente por su oferta de gastronomía y por los “barcos piratas”, muy característicos del sector.

El acto congregó a distintas autoridades locales y sectoriales, quienes destacaron la importancia de la firma del convenio en la administración del tradicional centro pesquero.

Marily Escobar, delegada presidencial (s) de la Región de Coquimbo, destacó que “este es un hito muy significativo para nuestro puerto de Coquimbo y para el desarrollo de nuestra región, que depende en gran medida, del sector pesquero. Es muy importante, destacar el trabajo de cada uno de los dirigentes y dirigentes de la pesca, que hoy concretan un sueño, que les permitirá tener una mejor calidad de vida, tanto a ellos como sus familias y mejor calidad de trabajo”.

“Esta es la primera caleta en la región que se entrega bajo el régimen normal que establece la Ley, es decir no había concesión otorgada, ni en trámite, como ocurrió con las otras 6 caletas entregadas a la fecha en la región. Esto implicó procedimientos administrativos nuevos, y más aún con la caleta que más organizaciones tiene como caleta base, con el gran sello de lograr una asignación conjunta”, comentó Cecilia Solís, directora regional de Sernapesca Coquimbo.

Por su parte, Mario Navea, presidente del Sindicato de Trabajadores Independientes, Macheros y Otros, destaca que “esta firma es algo muy importante para nosotros. Es algo histórico y que nos llena de emoción de orgullo, porque Coquimbo es una de las caletas más importantes de la región y para eso, nosotros tenemos que remar para el mismo lado, para que los tres años y medio que estuvimos elaborando el plan de administración se vean reflejados en la realidad. Es muy importante que las autoridades nos apoyen, a través de proyectos y herramientas que nos permitan recuperar las unidades de negocios, ya que los recursos del mar están cada vez más escasos y tenemos que darles un valor agregado y queremos ser reconocidos por eso”.

Una caleta emblemática y con identidad

La Caleta es uno de los emblemas de la comuna de Coquimbo, ya que es un punto de encuentro de su comunidad, es el centro de la producción de pescados y mariscos frescos y, además, un polo turístico y gastronómico que es parte de la identidad porteña.

Ali Manouchehri, alcalde de Coquimbo, destacó que “este es un hito muy importante. Traspasar la caleta a los pescadores y pescadoras va a permitir un importante desarrollo de este espacio, mejorar sus relaciones internas y a la vez, postular a fondos que les permitan mejorar significativamente su funcionamiento e infraestructura. Pero también, permitirá mirar hacia el futuro, con procesos de diversificación económica, valor agregado de las bondades que nos entrega nuestro mar y sin lugar a duda, el Municipio de Coquimbo será un actor importante”.

De la misma manera, Nathalie Castillo, diputada de la Región de Coquimbo, valoró la entrega del convenio de uso a las organizaciones y además, recalcó que, desde el Ejecutivo y el Congreso, se está impulsando la Nueva Ley de Pesca, que mejora las condiciones para la pesca artesanal: “Creemos que este es un gran avance y, por cierto, esperamos que, desde el periodo legislativo que nos queda, avanzar lo que más podamos en dar condiciones reales a través de la nueva Ley de Pesca, para todas las personas que trabajan en este importante sector productivo del país”.

La Ley de Caletas entró en vigor en septiembre de 2017 y su proceso de implementación partió en mayo de 2018, luego de la publicación del reglamento correspondiente. Desde entonces, se ha llevado a cabo la difusión en diferentes caletas del país y se ha brindado apoyo técnico para establecer las dimensiones geográficas de las caletas, denominadas polígonos, con el objetivo de proporcionar una política pública en beneficio de la pesca artesanal.

Administración colectiva y en base a acuerdos

En el caso de la Caleta de Coquimbo, el proceso comenzó con la tramitación de la destinación marítima, consagrada a través del D. Ex. N°207 del 11 de mayo de 2023, lo que permite entregar la caleta en propiedad a las y los pescadores a través del respectivo convenio de uso. Publicado el decreto, conforme a la Ley de Caletas se hizo el llamado público a todas las organizaciones que tenían como caleta base a Coquimbo, y que cumplían con el requisito de estar constituidas antes del 31 de diciembre del 2014, para administrar la caleta y presentar un plan de administración, el que se fue realizando paso a paso.

Al principio eran cuatro las organizaciones que postularon a la asignación de destinación marítima, que lo hicieron de manera conjunta y son las que firmaron el convenio de uso. Además, durante la confección del plan de administración se integraron cinco organizaciones más al Comité de Administración, que se constituyeron después del 31 de diciembre de 2014. Esta característica permitió integrar a todas las actividades que se realizan en la caleta, desde el punto de vista extractivo, turístico, gastronómico y cualquier otro que permita la Ley, como la acuicultura de pequeña escala, fomentando así el desarrollo productivo de forma justa, armónica y asociativa.

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